El libro se llama:
CANNABIS
FILOSOFÍA PARA TODOS
¿De qué estamos hablando?
Y
ésa es la primera pregunta, ¿de qué estamos hablando? No faltaba más. La
propuesta del libro: acercar las herramientas de análisis de la filosofía, es
decir, la filosofía académica, como se enmarca en universidades de Estados
Unidos, a múltiples temas en torno a la marihuana. Basta las siguientes citas
de la misma página 19:
la filosofía tiene la oportunidad,
si no la obligación, de considerar cuidadosamente y con todos sus instrumentos
analíticos conceptuales esos asuntos. Hay muchas cuestiones filosóficas que
surgen debido al uso del cannabis…
Parte esencial de la comprensión
filosófica consiste en recoger argumentos en conflicto referidos a un asunto y
examinarlos cuidadosa y críticamente
Eso
se entiende por filosofía en el libro, algo fundamentalmente teórico, un
trabajo de análisis y construcción, como poner en entredicho, argumentos
lógicos. No necesariamente modificar, arriesgar, superar la vida misma; sea
mediante alguna búsqueda de sabiduría, verdad, o compromisos prácticos. Nada de
ese tono de filosofía antigua de estoicos, epicúreos y otros que consagraban
sus vidas para la sabiduría garante de felicidad.
Para
esta filosofía académica, como se lee en el libro, los compromisos que importan
son de naturaleza teórica y algunas de sus ramificaciones tienen que ser
esencialmente materializadas en artículos de revistas indexadas y, con mucha suerte,
libros.
Siendo
tan importante el aspecto de análisis de conceptos, el libro sirve para
familiarizar a quienes leen con temas, cuestiones, lugares comunes de la
filosofía como se ha ido definiendo en muchas universidades. No es un libro
sobre el cannabis en sí y por sí, es del cannabis dentro del mundo de
esta filosofía. Más de una vez, en una avalancha de citas, pareciera que
importa más las referencias a este mundo, con sus semblantes y nombres, que
pensar en el mismo cannabis.
Algo
similar ocurre con la escritura. En repetidas ocasiones, la obsesión con la
forma, cierta claridad de exposición, atenta contra la riqueza de ideas sobre
el cannabis. Como si la rigidez de la escritura estrangulase la vitalidad de
las ideas. Ésta es mi primera advertencia de la segunda parte del libro: mucha
forma, mucha escritura académica, muchas citas, demasiadas palabras para pocos
contenidos. La segunda parte del libro, esos 3 capítulos amenazan con
representar todo el libro, de una filosofía en tercera persona, así esté guiada
por alguna que otra decisión, valoración personal de los escritores.
Continuando
con la cita:
buscando una comprensión a pesar de
los desacuerdos entre los especialistas y en relación precisamente con aquellas
cuestiones en las que están en desacuerdo. No deberíamos esperar un acuerdo
entre escritores cuyos intereses filosóficos reflexionan sobre la naturaleza,
los efectos cognitivos y el estatuto moral y legal de la marihuana, más del que
podríamos esperar en cualquier otro terreno. En eso reside la intriga
filosófica y cualquier visión filosófica que podamos esperar conseguir
razonablemente con respecto a esa droga. (19)
Hablando
de desacuerdos, parece subrayarse algo como fuerza, vitalidad, energía que se halla
más del lado de los intereses de cada escritor que por el carácter de la
escritura. Todos escriben muy parecido, si bien sus objetivos y resultados son
distintos.
Algo
importante que todos comparten, la misma razón de ser del libro, más allá o
menos allá del ánimo de lucro, es la coyuntura del año 2010 donde se debatía la
legalización (o no) de la marihuana en Estados Unidos. Un libro de coyuntura,
ciertamente. Pero mucho más que la coyuntura de la legalización de la marihuana;
es un libro, digamos, de una coyuntura histórica muy grande, tan grande que
puede no ser coyuntura, es un libro estadounidense sobre la marihuana. Made
in the USA.
La Parte II se titula:
Marihuana e iluminación espiritual
De
ahí, se puede comenzar a entender que el título de la segunda parte es de lo
más desafortunado para los tres capítulos que la componen. No es sólo que el
libro es estadounidense, sino que en Estados Unidos difícilmente se hace
posible que la marihuana se incline decididamente a favor de algo como iluminación
espiritual. No es como el yagé en Colombia y otros países o ayahuasca en Brasil.
Por mucho que se dificulte, siguen existiendo tanto comunidades como
tradiciones, rituales que permiten hablar con propiedad de plantas sagradas. Complicado
hablar de plantas sagradas sin cierto silencio, sumo respeto, cierta
preparación previa, solemnidad, algún ritual, algunas prácticas meditativas,
ciertas simbologías. Algo sé de esto tras haber participado en tomas de yagé.
En
contraste, en Estados Unidos el consumo de marihuana es, exactamente, eso, un
consumo. Sea como consumo de sedante, analgésico o, en palabras como para
Sherlock Holmes cuyo uso de estimulantes era una necesidad porque según su
punto de vista: “la anodina rutina de la existencia”. Así, se muere del
aburrimiento o siente mucho tedio, consume marihuana. Mucho dolor o sin apetito
a consumir marihuana. Así ocurre en el sexto capítulo.
El capítulo cuarto es sobre metáforas y significados de consumos de cannabis; el quinto versa sobre razones para prohibir la marihuana y su desestimación. Finalmente, si bien el sexto está dedicado al cannabis como sedante y tonificante de la condición humana, no alcanza, como los capítulos anteriores, a entrever cómo sería una iluminación espiritual con base en el cannabis. Un error bastante grande, en los mismos términos de filosofía académica.
BREVE RESUMEN DE LOS CAPÍTULOS
capítulo 4,
la experiencia del cannabis, siendo tan fuera de lo común, obliga a la
construcción de metáforas. Porque de otra manera no se puede entender. Un tipo
de experiencia que se interpreta y describe metafóricamente. En la década de
1960 se forjó una terminología de vigencia hasta hoy: colocado, alto y pasado,
así están traducidas las palabras al español; estas palabras usadas para
expresar estados de consumo de marihuana… y, tuvieron tanto éxito, que se usan
para hablar de estados inducidos por otras drogas. Estando colocado, es tener
cierto bienestar, relajación. Alto, seguramente la más reconocida en televisión
y películas, determinado por tener energía y deseo de sociabilidad. Estar
pasado es principalmente corporal de sedación, soñolencia. Vemos aquí
metáforas, estar alto o high, estar bajo o colocado.
“El significado, en esencia, es cómo interpretan y
comprenden los humanos algo”.
Los significados orientan, determinan las conductas. Gran parte del uso de
drogas está mediado por sus significados. Se establecen expectativas, se
definen unas conductas.
Capítulo 5
se titula La gran evasión.
Partiendo
de valores éticos y religiosos, ¿cuándo es permisible el uso de cannabis para
tener estados alterados de conciencia? El capítulo procura responder esto a
modo de analogía con el alcohol. Así, defiende el consumo de cannabis casi que
en los mismos términos en los cuales se enmarca la discusión sobre el alcohol
que se permite siempre y cuando su consumo sea moderado. Algo muy curioso. De
acuerdo a un punto de vista filosófico, no hay mayor diferencia entre la
permisión al consumo de alcohol y la aceptación del consumo de marihuana. Todo
esto hasta el punto de que, según el capítulo 5, las razones religiosas y otras
en contra del cannabis no son decisivas.
Estos
capítulos mencionados, sí que pudieron ahorrarse en palabras y presentar las
mismas ideas de manera más directa. No tanto ocurre con el capítulo 6, el
capítulo más propositivo de la segunda parte del libro. El capítulo que más se
acerca al título de la segunda parte que es Marihuana e iluminación
espiritual.
El capítulo 6
le sigue la pisada al pesimismo de Freud y Schopenhauer. El del filósofo
Schopenhauer, uno de los pesimismos de mayor notoriedad y celebridad en la
escena filosófica. Llegando a ser muy importante para escritores como Kafka,
Borges y, especialmente, Freud. Podría decirse que el pesimismo de Freud guarda
cierta continuidad con el de Schopenhauer y, cosa importante para el capítulo, recomienda
el uso de algunas drogas para aliviar el sufrimiento de la existencia humana. De
esta manera, se intenta mostrar cómo el pesimismo de Freud puede dejar de ser
tan pesimista, con la ayuda del cannabis.
Postdata
No
faltaba más. Librorama, a diferencia de tantos que presumen de la escritura,
tuvimos una deslumbrante sesión al calor del cannabis, bajo las alas del
cannabis, permitiendo nuevos aproximamientos a cuestiones eminentemente
filosóficas.