martes, 6 de agosto de 2024

 

El libro se llama:

CANNABIS

FILOSOFÍA PARA TODOS

¿De qué estamos hablando?

 

 

Y ésa es la primera pregunta, ¿de qué estamos hablando? No faltaba más. La propuesta del libro: acercar las herramientas de análisis de la filosofía, es decir, la filosofía académica, como se enmarca en universidades de Estados Unidos, a múltiples temas en torno a la marihuana. Basta las siguientes citas de la misma página 19:

 

la filosofía tiene la oportunidad, si no la obligación, de considerar cuidadosamente y con todos sus instrumentos analíticos conceptuales esos asuntos. Hay muchas cuestiones filosóficas que surgen debido al uso del cannabis…

 

Parte esencial de la comprensión filosófica consiste en recoger argumentos en conflicto referidos a un asunto y examinarlos cuidadosa y críticamente

 

Eso se entiende por filosofía en el libro, algo fundamentalmente teórico, un trabajo de análisis y construcción, como poner en entredicho, argumentos lógicos. No necesariamente modificar, arriesgar, superar la vida misma; sea mediante alguna búsqueda de sabiduría, verdad, o compromisos prácticos. Nada de ese tono de filosofía antigua de estoicos, epicúreos y otros que consagraban sus vidas para la sabiduría garante de felicidad.

 

Para esta filosofía académica, como se lee en el libro, los compromisos que importan son de naturaleza teórica y algunas de sus ramificaciones tienen que ser esencialmente materializadas en artículos de revistas indexadas y, con mucha suerte, libros.

 

Siendo tan importante el aspecto de análisis de conceptos, el libro sirve para familiarizar a quienes leen con temas, cuestiones, lugares comunes de la filosofía como se ha ido definiendo en muchas universidades. No es un libro sobre el cannabis en sí y por sí, es del cannabis dentro del mundo de esta filosofía. Más de una vez, en una avalancha de citas, pareciera que importa más las referencias a este mundo, con sus semblantes y nombres, que pensar en el mismo cannabis.

 

Algo similar ocurre con la escritura. En repetidas ocasiones, la obsesión con la forma, cierta claridad de exposición, atenta contra la riqueza de ideas sobre el cannabis. Como si la rigidez de la escritura estrangulase la vitalidad de las ideas. Ésta es mi primera advertencia de la segunda parte del libro: mucha forma, mucha escritura académica, muchas citas, demasiadas palabras para pocos contenidos. La segunda parte del libro, esos 3 capítulos amenazan con representar todo el libro, de una filosofía en tercera persona, así esté guiada por alguna que otra decisión, valoración personal de los escritores.

 

Continuando con la cita:

 

buscando una comprensión a pesar de los desacuerdos entre los especialistas y en relación precisamente con aquellas cuestiones en las que están en desacuerdo. No deberíamos esperar un acuerdo entre escritores cuyos intereses filosóficos reflexionan sobre la naturaleza, los efectos cognitivos y el estatuto moral y legal de la marihuana, más del que podríamos esperar en cualquier otro terreno. En eso reside la intriga filosófica y cualquier visión filosófica que podamos esperar conseguir razonablemente con respecto a esa droga. (19)

 

Hablando de desacuerdos, parece subrayarse algo como fuerza, vitalidad, energía que se halla más del lado de los intereses de cada escritor que por el carácter de la escritura. Todos escriben muy parecido, si bien sus objetivos y resultados son distintos.

 

Algo importante que todos comparten, la misma razón de ser del libro, más allá o menos allá del ánimo de lucro, es la coyuntura del año 2010 donde se debatía la legalización (o no) de la marihuana en Estados Unidos. Un libro de coyuntura, ciertamente. Pero mucho más que la coyuntura de la legalización de la marihuana; es un libro, digamos, de una coyuntura histórica muy grande, tan grande que puede no ser coyuntura, es un libro estadounidense sobre la marihuana. Made in the USA.


La Parte II se titula:

Marihuana e iluminación espiritual

 

De ahí, se puede comenzar a entender que el título de la segunda parte es de lo más desafortunado para los tres capítulos que la componen. No es sólo que el libro es estadounidense, sino que en Estados Unidos difícilmente se hace posible que la marihuana se incline decididamente a favor de algo como iluminación espiritual. No es como el yagé en Colombia y otros países o ayahuasca en Brasil. Por mucho que se dificulte, siguen existiendo tanto comunidades como tradiciones, rituales que permiten hablar con propiedad de plantas sagradas. Complicado hablar de plantas sagradas sin cierto silencio, sumo respeto, cierta preparación previa, solemnidad, algún ritual, algunas prácticas meditativas, ciertas simbologías. Algo sé de esto tras haber participado en tomas de yagé.

 

En contraste, en Estados Unidos el consumo de marihuana es, exactamente, eso, un consumo. Sea como consumo de sedante, analgésico o, en palabras como para Sherlock Holmes cuyo uso de estimulantes era una necesidad porque según su punto de vista: “la anodina rutina de la existencia”. Así, se muere del aburrimiento o siente mucho tedio, consume marihuana. Mucho dolor o sin apetito a consumir marihuana. Así ocurre en el sexto capítulo.

 

El capítulo cuarto es sobre metáforas y significados de consumos de cannabis; el quinto versa sobre razones para prohibir la marihuana y su desestimación. Finalmente, si bien el sexto está dedicado al cannabis como sedante y tonificante de la condición humana, no alcanza, como los capítulos anteriores, a entrever cómo sería una iluminación espiritual con base en el cannabis. Un error bastante grande, en los mismos términos de filosofía académica.


BREVE RESUMEN DE LOS CAPÍTULOS

capítulo 4, la experiencia del cannabis, siendo tan fuera de lo común, obliga a la construcción de metáforas. Porque de otra manera no se puede entender. Un tipo de experiencia que se interpreta y describe metafóricamente. En la década de 1960 se forjó una terminología de vigencia hasta hoy: colocado, alto y pasado, así están traducidas las palabras al español; estas palabras usadas para expresar estados de consumo de marihuana… y, tuvieron tanto éxito, que se usan para hablar de estados inducidos por otras drogas. Estando colocado, es tener cierto bienestar, relajación. Alto, seguramente la más reconocida en televisión y películas, determinado por tener energía y deseo de sociabilidad. Estar pasado es principalmente corporal de sedación, soñolencia. Vemos aquí metáforas, estar alto o high, estar bajo o colocado. 

 

“El significado, en esencia, es cómo interpretan y comprenden los humanos algo”. Los significados orientan, determinan las conductas. Gran parte del uso de drogas está mediado por sus significados. Se establecen expectativas, se definen unas conductas.

 

Capítulo 5 se titula La gran evasión.

Partiendo de valores éticos y religiosos, ¿cuándo es permisible el uso de cannabis para tener estados alterados de conciencia? El capítulo procura responder esto a modo de analogía con el alcohol. Así, defiende el consumo de cannabis casi que en los mismos términos en los cuales se enmarca la discusión sobre el alcohol que se permite siempre y cuando su consumo sea moderado. Algo muy curioso. De acuerdo a un punto de vista filosófico, no hay mayor diferencia entre la permisión al consumo de alcohol y la aceptación del consumo de marihuana. Todo esto hasta el punto de que, según el capítulo 5, las razones religiosas y otras en contra del cannabis no son decisivas.

 

Estos capítulos mencionados, sí que pudieron ahorrarse en palabras y presentar las mismas ideas de manera más directa. No tanto ocurre con el capítulo 6, el capítulo más propositivo de la segunda parte del libro. El capítulo que más se acerca al título de la segunda parte que es Marihuana e iluminación espiritual.

 

El capítulo 6 le sigue la pisada al pesimismo de Freud y Schopenhauer. El del filósofo Schopenhauer, uno de los pesimismos de mayor notoriedad y celebridad en la escena filosófica. Llegando a ser muy importante para escritores como Kafka, Borges y, especialmente, Freud. Podría decirse que el pesimismo de Freud guarda cierta continuidad con el de Schopenhauer y, cosa importante para el capítulo, recomienda el uso de algunas drogas para aliviar el sufrimiento de la existencia humana. De esta manera, se intenta mostrar cómo el pesimismo de Freud puede dejar de ser tan pesimista, con la ayuda del cannabis.

 

 Postdata

 

No faltaba más. Librorama, a diferencia de tantos que presumen de la escritura, tuvimos una deslumbrante sesión al calor del cannabis, bajo las alas del cannabis, permitiendo nuevos aproximamientos a cuestiones eminentemente filosóficas. 


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