GENES AMBIENTE Y CULTURA
Hola mis queridos lectores con características muy humanas, que se
siente que mis frases sean comprendidas
por sus grandiosos cerebros…como esta secuencia de letras les transmite ciertas
interpretaciones.. el día de hoy traemos a ustedes una pequeña reseña del libro GENES AMBIENTE Y CULTURA ¿Educados o programados?, el cual fue escrito
por Mattia Maccarone.
Como se desprende del subtítulo del libro, la pregunta crucial es si
somos educados o programados.
Para contestar tal pregunta, el libro teje una textura con un filo hilo
atravesando la naturaleza del ADN hasta llegando a los procesos de aprendizaje.
De ahí, la división de esta entrega de Librorama:
En primer lugar, un pequeño recorrido sobre caracterizaciones del ADN.
En segundo lugar, hecho lo anterior, unas observaciones sobre el aprendizaje
desde un punto de vista evolutivo. Jeje, tanto un punto de vista entrañado en
la teoría de la evolución, como un punto de vista hecho posible, por la misma
evolución. Con los seres humanos, la evolución alcanza un nivel en el cual se
puede juzgar a sí misma.
Para destacar, un hermoso hilo pasa sobre la influencia de nuestro
genoma, y como este se puede modificar, en palabras de Mattia:
“En los miles de millones de células del
organismo algunas secuencias genéticas se activan mientras que otras se
extinguen, en función de lo que hacemos, vemos, sentimos o en términos
generales percibimos, este proceso está regulado por el modo y lugar en el que
vivimos, los alimentos que comemos y las presiones que sufrimos”
En este párrafo tenemos todo el meollo del asunto. Secuencias genéticas,
unas que se activan y otras que no, en medio de condiciones muy variadas de
ambiente, algunas de aquellas condiciones pueden entenderse como condiciones de
aprendizaje. Espero que esto no sea arruinarles la respuesta a la pregunta por
si somos programados o educados…
Nuestra herencia es mucho más que algo redactado en un documento donde
alguien puede dejar sus propiedades a otra persona, también podemos hablar de
otro tipo de herencia donde a través de las generaciones se transmite no solo
el legado de informaciones genéticas de un organismo, sino también el mecanismo
que regula la interacción entre el ser vivo y el entorno. La pregunta aquí es
si la herencia es tan grande que no necesitamos aprender o si aprendemos más
allá de nuestra herencia…
1. ADN
Los primeros bordados, de la textura del libro, son de ligazones entre genética y epigenética. Si entendemos por genética, el estudio de genes, podemos entender la epigenética como…el estudio de pequeños cambios a nivel del genoma.
Dicho en otros términos, el gen es un fragmento de ADN que contiene el
mensaje para la composición de la proteína. Así, las proteínas se ocupan de
gran parte de los procesos de las células y controlan su comportamiento, aparte
de esto es importante tener en cuenta que este ADN se encuentra almacenado
gracias a las histonas y la conformación de los cromosomas, los cuales están al
interior de las células.
La genética nos permite entrever mecanismos de regulación genética. Para dar un ejemplo, tenemos el concepto de carácter no binario del ADN, pues hace referencia a que juegan más factores como es el caso de la penetrancia, que consiste en la frecuencia con la que un gen se manifiesta en los individuos de determinada población,
otro factor importante es la expresividad que corresponde al grado con
el que el gen o el genotipo penetrante se expresa como fenotipo de una persona,
con lo anterior, se sugiere que “Nuestros genes no corresponden a un modo
binario, tienen una forma de expresar muy variable”, lo que responde a que un
mismo gen puede dar varios resultados a nivel fenotípico, esto de acuerdo a
cierto tipos de factores que podrían estar influyendo.
Es como si la genética y
epigenética, para comprender si somos programados o educados, son cara y sello
de la misma moneda. No puedo ser una sin la otra.
Una tematización mucho más acorde, y menos general, con la pregunta del subtítulo del libro
Pensando en la supervivencia de la especie, podemos pensar en esta
interdependencia entre las dos...
Desde la genética, si el nuevo alelo mejora la capacidad de
supervivencia del organismo, o bien ofrece a su portador mayores posibilidades
de reproducirse, se produce una <<selección positiva>> o selección
direccional>>. No obstante, ¿puede ser el mismo alelo siempre? ¿No es
peligroso en un mundo donde cambian las condiciones de ambiente?
La epigenética respondería que existen fuerzas como las mutaciones
genéticas que son la fuente primaria de la nueva variabilidad genética y la
deriva genética que por el contrario elimina esta variabilidad de una población
creando un equilibrio que permite la supervivencia de las especies en un
entorno en el que la genética influye e impone sus límites.
¿Es todo esto suficiente para responder la pregunta por si estamos
programados o debemos aprender?
2. APRENDIZAJE
Si se puede decir que los genes de alguna manera adquieren
comportamientos de acuerdo al entorno, y que lo que es útil parece llevarse en
el instinto, además de prevalecer una conservación evolutiva, existen otros
elementos que pueden ser adquiridos. Un ejemplo de lo que se lleva internamente
puede ser
“Los potros saben controlar su propios
músculos, de forma que pueden permanecer bastante estables y moverse ya durante
los primeros minutos posteriores al nacimiento, un requisito previo esencial
que ha evolucionado en varios herbívoros para que tengan mas probabilidad de
huir de los predadores.”
Parada necesaria, el origen de las especies, la evolución va dando por
así decirlo pequeños pasitos que van en razón del tiempo y estos pasitos serían
la epigenética…..
Si la genética y epigenética son
los lados de una moneda, quizá se puede decir que la mano que tira la moneda es
una mano heterogénea compuesta por las condiciones del ambiente.
El libro resalta elementos del aprendizaje y las características
peculiares del ser humano como lo son la cultura y el lenguaje, de modo tal,
que desde un punto de vista darwiniano inductivo menciona como nuestro
organismo se encuentra en continua transformación y las experiencias que
vivimos pueden llegar a nuestros cromosomas, entonces en estos procesos se destaca
el ambiente, con lo anterior, la autora menciona que en los genes aparecen
escritas nuestras características, lo que nos hace parecidos y a la vez
diferentes a nuestros padres, sin embargo, esto no significa que sea algo
estático sin variables”, lo que da a entender que esto es mucho más que aquello
que se encuentra escrito en el genoma.
Finalmente, el libro Cierra con el la siguiente sentencia:
“Igual que no existe una influencia chica por
parte de los genes, no existe en realidad una influencia chica por parte del
entorno. Todos los animales experimentan una especie de adaptaciones neurales y
genéticas para el aprendizaje que no se basan en un único proceso para
recopilaciones de las informaciones: varios circuitos neurales especializados
en cascadas genéticas de todo tipo permiten a los organismos extraer grandes
cantidades de informaciones del entorno para usarlas de la forma más coherente
a las propias exigencias.”
Fin
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